Grupos de interés

Accionistas:
Los primeros perjudicados en el escándalo del fraude de Parmalat han sido los propios accionistas, ya que por mínima que haya sido la cantidad de dinero invertido, lo perdieron todo. Además, porque se burlaron de la confianza que los inversores habían depositado en la empresa.

Para que una persona invierta en una empresa, investiga y busca toda información financiera y contable que sea confiable y pertinente para poder, así, decidir en qué empresa invertir su dinero. Parmalat abusó de esa confianza, ya que presentó documentos falsos que hacían pensar que el negocio estaba yendo muy bien. Esto se vio reforzado por instituciones como el Banco de Italia y CONSOB, que no tuvieron un efectivo sistema de vigilancia. Además, disponía del dinero a su antojo, movilizándolo de una cuenta a otra para tapar los malos manejos que presentaba en esos rubros.

Proveedores:
Este grupo de interés se vio afectado por la falsificación porque fueron engañados. Al principio ellos se confiaron en la solvencia que tenía la empresa por el prestigio que tenía y el desempeño que había tenido. Sin embargo, al rumorearse de su insolvencia económica, se preocuparon y pidieron a la empresa que les demostrara que podía pagarles y si que eran dignos de seguir teniendo crédito con ellos. Por ello, al ocurrir la falsificación, en cierta forma, se sintieron aliviados (porque ellos no sabían que el documento era falso). Pero, al descubrirse toda la mentira que envolvía la empresa, la imagen de Parmalat se cayó ante los proveedores, quienes, probablemente, cancelaron algunos contratos porque ya no confiaban tanto en Parmalat (los proveedores iban a pensar dos veces antes de entregarle algún tipo de crédito a Parmalat).

Empresas auditoras y contables:
Estas empresas se encargaban de recabar la información contable, la cual sería presentada para el público inversionista. Esta debía ser la más confiable y verídica información, ya que de eso dependía la credibilidad de la empresa y, además, de que nuevos inversionistas quisieran apostar por la empresa. Sin embargo, estas empresas no realizaron el trabajo que debían, ya que hicieron lo que la gerencia quería, a pesar que esto estaba fuera de sus propias prácticas y valores.

Parmalat contó con más de una empresa auditora (tenían que cambiar cada cierto tiempo de auditores, según lo estipulado) y, a pesar de esto, el poder de la empresa fue mayor, logrando que se continuara con la farsa.

Empleados:
Todos los empleados se vieron afectados de forma directa o indirecta. Por un lado, las personas involucradas de forma directa, probablemente fueron despedidas, ya que ninguna empresa desea tener gente deshonesta que haga que el prestigio y la credibilidad de la empresa peligre. Por otro lado, los empleados inmersos indirectamente pueden ser objeto de desconfianza durante su estadía dentro de la empresa. Los accionistas, probablemente, siempre tendrán un grado de desconfianza, a partir de este escándalo. Como dice el dicho: “justos pagan por pecadores”.
Por Erika Rojas y Luciana Núñez del Arco

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