Analizando las áreas grises en el caso Parmalat

Área Gris 1:

Los gerentes necesitaban demostrar, ante sus acreedores, que todavía tenían solvencia económica; por ello, decidieron falsificar documentos contables, financieros y, al final, bancarios (de respaldo). Sin embargo, se debe de preguntar, ¿era adecuado tomar esa decisión? ¿Se pudo optar por otra alternativa más adecuada?
Los gerentes optaron por la falsificación porque pensaban que era una salida fácil a sus problemas y que, con eso, no tendrían problemas con los stakeholders (su imagen se mantendría). Sin embargo, no pensaron en la repercusión que podría tener el descubrimiento de la falsificación que habían hecho. Esto iba a traerles, no solo el deterioro de su imagen, sino también problemas judiciales. Por otro lado, los gerentes sabían qué era lo que hacían y que bastaba con que se descubriera un solo documento falso para que los demás empezaran a salir a la luz.
Los gerentes se encontraban en el dilema de hacer la falsificación para tapar los malos manejos que habían hecho (para no quedar mal con los stakeholders) o afrontar la crisis por la que pasaban y decirles a los stakeholders que debían tomar medidas diferentes para salir del problema.

Área Gris 2:

Cada país proporciona incentivos para la inversión extranjera, pero muchas de las empresas pueden aprovecharse de esto para crear beneficios personales a sus accionistas y autoridades. En el caso de Parmalat, este se aprovechó de los beneficios y paraísos fiscales que ofrecían ciertos territorios, como Islas Caimán, Islas Vírgenes, etc. Se crearon filiales en estos lugares y pudo originar activos que no eran muy rentables.
Parmalat puso a la ley de su parte, ya que ésta no controlaba sus actividades empresariales. De esta manera, pudo abusar de la confianza de los inversores todo el tiempo y nadie sabia lo que realmente estaba pasando, porque lo único que hacían era tomar los beneficios fiscales que les presentaban para hacer las transacciones que ellos creían convenientes. Muchas de éstas eran fantasmas y solo proporcionaban cifras erradas que solo convertían los gastos, que la empresa de lácteos tenía, en inversiones rentables que tendrían beneficios futuros.
No se tomó en cuenta el daño que se podía efectuar a los inversionistas, ya que muchos perdieron gran cantidad de dinero, a pesar que las acciones de Parmalat se veían atractivas por las numerosas jugadas que esta empresa había realizado, sin que los Gobiernos y los organismos de seguridad se dieran cuenta y, a través, de los supuestos argumentos legales que aparentaba como si todo estaba en orden.

Por Karla Vergaray



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